lunes, 20 de abril de 2015

"...Me agrada...hacer tu voluntad"

                                                       Al descubrir y hacer lo que Dios tiene en Su voluntad para tu vida,
debes ser consciente de aquello que piensas que deberías ser. Las comparaciones paralizan el crecimiento espiritual. Por ejemplo, una madre de tres niños pequeños, escucha una predicación sobre los cristianos que se levantan al amanecer  para estar una hora de quietud con Dios. A ella le encantaría tener una hora de tranquilidad  ¡en cualquier momento! pero sus niños no la dejan. Por eso, la conclusión que saca de la predicación es que no da la talla como cristiana. Lo que hace falta es poner en práctica  la 'espiritualidad por comparación' y cargare con el peso de la culpa . No se le ocurre pensar que el amor que entrega a sus hijos cuenta como actividad espiritual, o que puede estar sirviendo a Dios con mas fidelidad que alguien que descuida a su familia para tener esa hora de quietud cada mañana.
                                                        Otro ejemplo: un marido sociable y extrovertido está casado con una mujer a quien le gusta estar sola y lo disfruta. Sin embargo él se siente como un fracasado en el área de la oración porque no le gusta estar a solas como su mujer. No tienen en cuenta que su alegría y bue4na disposición para servir a otros son muy valiosas, o que la forma en que los ama le agrada a Dios y transforma su alma. Cumplir con el deber es importante, pero cuando se trata del crecimiento espiritual, Dios no quiere que Lo obedezcas solo porque es una obligación. Te creó para desear el plan que Él tiene para tu vida, es decir para estar en condiciones de decir  "Me agrada, Dios mio, hacer tu voluntad".     

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