Aceptar el llamado de Dios significa a menudo esforzarse y dedicarle muchas mas horas de las que desearías, Y no siempre recibes la recompensa y el reconocimiento que habrías esperado. Algunos no estarán de acuerdo con lo que haces y tratarán de estorbarte. También requerirá cometer algunos errores, tener falsos comienzos y aprender de ellos. El talento natural por sí solo no es suficiente para cumplir tu llamado. Para llevar a cabo lo que Dios pide de ti necesitarás ideas, fuerzas y creatividad por encima de tus propios recursos. Pablo dice: "...Somos colaboradores de Dios..." porque para tener éxito tienes que hacer las cosas junto a Él. No solamente te llamaba a trabajar para Él; te llama a que trabajes con Él.
Dios busca en las personas mucho más que impulsividad. A veces tomamos decisiones temerarias en el ámbito de las relaciones , las fuerzas o el trabajo y luego las disfrazamos con una capa de espiritualidad, En muchos libros de superación personal se valora el riesgo como algo positivo; pero como cristiano los riesgos que aceptes tienen que ser una respuesta directa a lo que Dios te indique. Si eres de esos a los que les gustan las emociones fuertes tal vez esta sea un área problemática. El aburrimiento te puede hacer vulnerable e incitarte a resolver tu problema tomando decisiones precipitadas que no están en consonancia con la voluntad de Dios. Existe una línea divisoria muy sutil entre "No debes temer" y "No debe ser estúpido" y a veces confundimos los dos conceptos.
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