sábado, 9 de julio de 2016

Échalo fuera

                                                   La palabra "echar" evoca la imagen de un pescador echando sus redes para pescar . Él sabe bien que para conseguir una buena pesca no vale sólo llevar la red sino echarlas. ¿Qué estás llevando contigo? ¿Dolor del pasado? ¿Resentimiento? ¿Sigues enamorado de alguien que ya salió de tu vida? ¡Échalo fuera! Estás sacrificando tu futuro por algo que no merece la pena que le dediques tiempo y energías. ¿Por qué habría de pedirte Dios una cosa tan radical?. Porque Él tiene cuidado de ti. Mientras albergas esas cosas, Él te cuida. Es muy triste ver a alguien allegado retorciéndose de dolor por algo que no debería estar cargando. Dios podría hacer que tu carga se vaya sola ; lo difícil es hacerte abrir el puño para soltarlo. Hos Dios está hablando a ti, no al problema diciendo: ¡Échalo fuera! .
                                                   Satanás es un ladrón. Tu falta de perdón es una de las puertas por las que entra y tú eres el único que puede cerrarla. Cuándo por fin te das cuenta de cuánto ya te ha robado te enfadarás contigo mismo. Aprovecha esa ira para motivarte a vivir de acuerdo con estas tres pautas. 1) Arrepiéntete. 2) Rectifica la situación si es posible.3). Toma las riendas de tu vida. Una vez que lo hagas, cierra el libro, disfruta de los beneficios de la gracia de Dios y sigue adelante. Reconoce cuando algo está muerto. Por mucho que te esfuerces no puedes resucitar a un cadáver. Así que firma el certificado de defunción, entierra el pasado y pasa de página. No significa que te rindas sino que estás conservando tus fuerzas para las cosas importantes, para aquello que puedes afectar.  

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