miércoles, 22 de febrero de 2017

Integridad

                                                   La palabra integridad se deriva de la palabra  integer, término matemático que designa un número entero en lugar de una fracción. Cuando caminas en integridad significa que dices toda la verdad y no sólo una fracción de ella; por eso en los tribunales se jura "decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad". ¿Por qué la tergivesamos, la embellecemos y decimos verdades a medias? A veces para obtener ganancias financieras, otras por conveniencia social; a veces, para ocultar nuestros malos actos y otras para concedernos ciertos beneficios. Jacob cuyo nombre significa "embaucador" conspiró con su madre y engañó a su padre para que este le concediera la primogenitura (el doble de la herencia del padre que correspondía por ley a su hermano mayor Esaú).
                                                    Jacob pagó muy caro esa mentira. Pasó los siguientes catorce años como fugitivo, trabajando para su suegro, un timador mayor que él. Por fin, en su desesperación tuvo un encuentro con Dios y escuchó estas palabras: "...Yo estoy contigo,te guardaré dondequiera que vayas...porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho". Aquel día la escala de valores de Jacob cambió por completo, el "acaparador" se convirtió en "dador" y le prometió a Dios: "...De todo lo que me des el diezmo apartaré para ti". Después de eso Dios lo bendijo sobremanera y regresó a su tierra después de muchos años con una hermosa familia, grandes riquezas y un nuevo nombre: Israel. La integridad soempre paga dividendos, porque Dios es el aval.        

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