viernes, 24 de febrero de 2017

Presta atención a los avisos

                                                   En la revista oficial del Instituto Naval estadounidense alguien narró un raro incidente de mar. Un buque de guerra estaba haciendo maniobras y había mal tiempo. Después de ponerse el sol el vigía dio aviso de una luz en la distancia, entonces el capitán pidió al oficial radiotelegrafista que enviara un mensaje: "Vamos a colisionar. Aconsejo se desvíen en 20 grados". Unos minutos más tarde llegó la respuesta: "Recomendamos que cambien de dirección". El capitán muy enfadado, pidió que se enviara otra señal: Soy el capitán del barco. Desvíense 20 grados". Y de nuevo no se hizo esperar la respuesta: "Soy un simple marinero. Deben cambiar de dirección". Enfurecido el capitán gritó una última amenaza: "¡Soy un buque de guerra. Desvíense del camino!". Volvió enseguida la respuesta: "Soy un faro".
¡El capitán cambió de dirección!.
                                                    Es de necios no hacer caso a las señales que nos advierten del peligro. Señales diversas: síntomas de problemas de salud, conflicto matrimonial prolongado, hijos rebeldes, deudas excesivas, hábitos destructivos, estrés que te paraliza. La lista es innumerable. Y no importa si eres alguien muy próspero, influyente o muy ocupado. Cuando Dios te da un aviso y te pide que cambies de dirección, si eres sabio no vas a discutirlo, sino que obedecerás con rapidez. Aplícalo a tu vida personal: ¿Ha estado Dios tratando contigo algo que no está bien pero te sigues resistiendo, o estás demorando su ejecución? Las cosas funcionarán cuando te encamines rumbo a Él en lugar de alejarte.  

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