martes, 28 de febrero de 2017

Capacitación permanente

                                                  Cuando Dios llamó a Moisés y le pidió que fuera al palacio del Faraón a decirle 'Deja ir a mi pueblo' este respondió: "Te ruego que envíes a  alguna otra persona". ¿Es así como te sientes hoy? Lee la respuesta de Dios a Moisés: "Ahora, pues ve, que yo estaré en tu boca y te enseñaré lo que has de hablar".
                                                 Cuando Dios te llama, te equipa. Pero no lo hace siempre por adelantado. A veces tu formación se da mientras cumples lo que Dios te ha pedido. Y eso puede asustarte. A lo mejor has estado diciendo a Dios.'Me da pavor hablar en público ¿Cómo puedes pedirme que dirija la reunión?' O '¿Por qué quieres que solicite ese trabajo si no soy lo bastante cualificado para hacerlo?'
                                                   No puedes confiar en tu perspectiva. Las únicas aptitudes que necesitas para llevar a cabo la obra encomendad por Dios son Su fortaleza y Sus capacidades. El resto es capacitación continua: sólo tienes que confiar en Dios y actuar siguiendo su dirección. Esto no significa que nunca vayas a estar temeroso, porque lo estarás. Pero ahí es cuando debes ejercitar tu fe para ir más allá de lo que imaginas y hacer lo que se requiere basado en la información que tienes en ese momento. Esto te hará humilde, porque serás mucho más dependiente de Dios que antes. Es muy probable que tengas que plantear muchas preguntas a los que te rodean y a veces repetirlas. Pero no tengas temor de preguntar ni de equivocarte, ni de buscar ayuda,ni de hacer las cosas distintas a como las hizo tu predecesor. Si Dios te ha llamado para algo, eres la persona idónea para la tarea.¡Tenlo siempre presente!.    

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