jueves, 14 de marzo de 2019

El perfeccionismo

                                                 El proponerse el listón muy alto y ser cuidadoso con los detalles es loable; eso demuestra que tu trabajo te enorgullece  y lo valoras. Sin embargo, para los perfeccionistas a ultranza todo es absoluto, encuentran faltas en todo y se obsesionan por cómo algo se podría haber hecho mejor. Como ejemplo de ello tenemos a Abraham Lincoln. Nada más pronunciar su histórico y famoso discurso, el llamado "Discurso de Gettysburgo", él lo describió como "un fracaso total". Los perfeccionistas ven las oportunidades  de hacer algo como oportunidades de fallar, así que aunque alcancen sus objetivos, no se sienten que han logrado nada. Nadie va a conseguir ser perfecto mientras estemos en la tierra. Todos somos imperfectos, por lo tanto ¡acostúmbrate!. Solo "..conocemos en parte.."
                                                      Por lo tanto: .1) Permítete fallar, si quieres tener éxito. Henry Ford dijo, "El fracaso no es más que una oportunidad de empezar de nuevo, de forma más inteligente", 2) Aunque los más probable sea que no lo hagas bien a la primera, no dejes de intentarlo. No alcanzarás un resultado óptimo, pero a veces el mero hecho de permanecer ahí puede ser signo de progreso.
3)Relájate. Sé indulgente contigo y así podrás ser tolerante con los demás. Emerson dijo: "Una consistencia estúpida (sin sentido), es el duende de las mentes pequeñas". 4) No te pierdas en los detalles. Márcate un tiempo y dí: ' voy a dedicarle treinta minutos a esto'. Un asesor de renombre sugiere: "Ten expectativas razonables...da lo mejor de tí y anima a otros a hacer lo mismo; en el fondo, los defectos e imperfecciones determinan tu singularidad. Acéptalos, abrázalos...eres humano...Dios te conformó así" Lo cierto es que Dios no juzga nuestros errores tan duramente como lo hacemos nosotros. Él "se acuerda de que somos polvo..." 

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