viernes, 1 de marzo de 2019

La economía de Dios para los tiempos difíciles

                                                    Un presentador dijo recientemente con humor: 'A propósito de la economía, si no fuera por las malas noticias, ¡ya no habría noticias!. Cada vez que aparece una nueva crisis económica  nos olvidamos de que ya ha habido otras y de que las hemos superado por la gracia de Dios. Nos parecemos al pueblo de Israel y nos ponemos a vaticinar cosas negativas, acrecentamos el desánimo, nos unimos a los que se quejan del gobierno o anhelamos siempre "antaño, cuando las cosas eran mejores".
¿Cómo espera el Dios que hizo salir el agua de la roca, que envió el maná del cielo y cuervos para alimentar al profeta hambriento, que su pueblo reaccione ante la importante crisis financiera? La respuesta es ¡Elige la economía correcta! Como creyente, tienes que elegir entre dos economías. La primera es el Reino de Dios, donde Él dirige y controla, es dueño de todos los recursos y los dispensa generosamente para suplir las necesidades de su pueblo, sea cual sea la coyuntura económica mundial. La segunda es la economía de los reinos de este mundo donde los hombres compiten de manera egoísta para ser los primeros. En el Reino atípico de Dios las reglas están al revés. Él dice: "Así son mis caminos más altos que vuestros caminos y mis pensamientos más que vuestros pensamientos". En el reino de este mundo, en el que el lema es: "Consigue todo lo que puedas  y usa todo lo que consigas", siempre serás propenso a la avaricia y a la manipulación. Dios dijo a su pueblo: "...Escogeos hoy a quien sirváis..." ¿Qué economía vas a elegir? Si eres sabio, depositarás tu fe en la economía de Dios, confiarás en Él y "no te angustiarás por el día de mañana".   

No hay comentarios:

Publicar un comentario