jueves, 25 de abril de 2019

¿Cual es tu excusa? (2)

                                                  Cuando Dios le preguntó a Adán: "¿...Has comido del árbol del cual yo te mandé que no comieras? El hombre le respondió: La mujer que me diste por compañera me dio..." 
Adán paso la pelota a Eva, y nosotros hacemos lo mismo. Alguien escribe: "Me convencí a mí misma de que no podía correr. Tenía un montón de razones para no hacerlo: si tuviera unas buenas zapatillas de deporte; si pudiera correr con los niños detrás; si tuviera un MP3 para escuchar músicas.Todas estas "razones" no eran más que excusas disfrazadas...en realidad no quería salir de mi zona de comodidad, ni forzar cada músculo de mi cuerpo, ni sacar tiempo en mi apretada agenda. Me gustaba hablar de la posibilidad de correr, pero no quería hacerlo. A lo mejor tus excusas encubren el no poder vencer un mal hábito, no ser capaz de perdonar a alguien o seguir pecando. Dios te está dando convencimiento, pero dejas que las excusas sean una barrera...concéntrate en una de ellas hoy y empieza a desmantelar ese muro, ladrillo a ladrillo. Vete quitando otros ladrillos poco a poco hasta que nada se interponga entre ti y ese asunto que te asusta pero que sabes que tienes que hacer...me di cuenta de que hemos nacido para correr, pero que debemos de agarrarnos de la mano del Padre y no dejar que las excusas nos impidan dar el primer paso."
                                                     ¿Eres responsable de la situación en que te encuentras, o es alguien más? Hasta que no respondas a esa pregunta con sinceridad, no progresarás. Pablo dijo: "Lo invisible de él, su eterno poder y su deidad, se hace claramente visible---Por lo tanto, no tienen excusa" Sé sincero contigo mismo y dile a Dios: Yo soy el problema. Cámbiame.

No hay comentarios:

Publicar un comentario