Algunas tiendas baratas venden productos con "tara". No te dicen cual es la imperfección del artículo, pero si lo compras no lo puedes devolver. Pues bien, por si no te has percatado, todos vivimos en esa clase de tiendas. Piensa un poco en la gente que te rodea. Todos son una mezcla de cualidades y defectos, virtudes y vicios, ¿verdad? Si buscas la perfección, te has equivocado de tienda. ¿Qué queremos decir con esto? Que el único modo de tener una relación sana y gratificante con alguien es amándolo y aceptándolo "tal como es". No te creas el mito de que todo el mundo es "normal", excepto con quien te relacionas. Si crees eso, las relaciones no serán más que un continuo intento de "arreglar" a otros, controlarlos o pretender que que son algo que no son.
Alguien dijo: "El amor es dejar a los seres queridos que sean ellos mismos, y no tratar de amoldarlos para que se ajusten a nuestra imagen. Si hacermos lo último, entonces sólo nos agradará lo que de nosotros veamos reflejados en ellos." Uno de los distintivos de la madurez espiritual es reconocer que nadie es perfecto, y comprometerse a amar a la gente a pesar de ello. Escribe Pablo: "Sean comprensivos con las faltas de los demás y perdonen a todo el que los ofenda. Recuerden que el Señor los perdonó a ustedes.así que ustedes deben perdonar a otros".Amar a alguien con sus imperfecciones significa hacer incapié en sus cualidades y apoyarles en sus áreas de debilidad. '¿Y qué pasa con sus defectos?' te preguntas."...El amor cubre multitud de pecados".
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