¿Te acuerdas cuando necesitabas un mapa de carreteras cuando ibas de viaje? Ahora lo único que haces es programar el destino en el GPS y éste te dice dónde hay que girar, a qué distancia está la próxima gasolinera y la hora de llegada. No hay necesidad de adivinar, ni te confundes tomando el camino equivocado; sencillamente programas la ruta más corta o la más rápida y allá te lleva. Como seguidor de Cristo, también tienes un GPS divino, el Espíritu Santo. Él decide la ruta y la distancia, y te garantiza que vas a llegar a tu destino. Si lo escuchas aprenderás cuatro enseñanzas fundamentales. Considerémoslas: 1) Aprendes a depender de Dios y no de tí mismo. Si crees que conoces todos los recodos del camino de la vida, actuarás sin consultar con Dios. Sansón creyó que "dominaba el tema", así que cuando Dalila lo vendió a los filisteos y éstos le ataron con cuerdas, Sansón creyó que actuaría como siempre y que conseguiría desatarse. "...Esta vez me escaparé como las otras..." se dijo, "...Pero no sabía que el Señor ya se había apartado de él" Jesús afirmó: "...Sin mí nada podéis hacer" 2) Cambias de perspectiva. Quizás no siempre mires a donde vas, ¡pero siempre acabarás llegando a donde miras! Tu perspectiva determina la dirección que sigues en la vida y tus decisiones. Tras haber pagado un precio muy alto por ceder ante sus discípulos carnales, David cambió de perspectiva y oró: "Señor Soberano, tengo los ojos puestos en Ti..." Ésa debería ser también tu oración.
viernes, 26 de noviembre de 2021
Cuatro enseñanzas del camino (1)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario