Érase una vez un granjero cuya mula se cayó en un pozo. Puesto que no tenía los medios para sacarla, decidió enterrarla allí. Cogió un remolque de basura y lo echó encima de la mula. Pero en lugar de quedarse tapada debajo, la mula empezó a dar coces y a moverse hastas que consiguió colocarse encima de la tierra. Durante toda la tarde, le echaron encima renmolque tras remolque de tierra, pero la mula se sacudía y acababa encima de la misma. Por fin cuando la basura alcanzó la boca del pozo, la mula dió un resoplido y salió libre, mas sucia pero más avisada. El mismo elemento usado para enterrarla la hizo salir a la superficie. Cuando Pablo se dirigía a Roma, su barco naufragó en una isla. Mientras recogía palos para el fuego, una víbora se le agarró al brazo. ¿Qué hizo? La Biblia nos relata que "se sacudió la serpiente".
Hay una enseñanza fundamental en estas dos historias: Puedes quedarte anclado en el pasado o "sacudírtelo" y avanzar hacia el futuro que Dios ha dispuesto para tí. Pablo, un hombre con un pasado oscuro, hizo lo siguiente: "...Olvido el pasado y fijo la mirada en lo que tengo por delante" No es que Pablo no recordara el pasado, sino que se libró del mismo y siguió adelante. A lo mejor dices: 'Pero yo he sido tan malo...' La Biblia afirma:"...Borraré tus pecados... y nunca volveré a pensar en ellos" A veces el perdón requiere un proceso de sanidad; pero hasta que no decidas perdonarte a tí mismo y a los demás y "sacudirte" el pasado, no podrás comenzar el tratamiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario