martes, 23 de noviembre de 2021

No dejes de evaluarte

              Cuando vives sin examinarte a tí mismo, ¡se nota! Un escritor escribe: "Los libros que estaba leyendo afirmaban que si los seguidores de Cristo no crecen como personas es porque no tienen la costumbre de evaluarse. Yo era una de esas personas; siempre activo, nunca analizando mi interior. No me había parado a reflexionar sobre mi vida como parte del proceso de madurar, y estaba pagando el precio, cometiendo los mismos pecados una y otra vez y cargando con la misma culpa. Así que tomé una decisión difícil: Me propuse que evaluaría sinceramente y a diario la condición de mi alma. Me examinaría y escribiría los hallazgos. Sintiéndome un poco incómodo y avergonzado, empecé a escribir: 'Señor, éstas son alguna de las áreas donde no tengo victoria en mi vida. Parece que no puedo deshacerme de ellas, así que lo voy a analizar a fondo.' O 'Me preocupa la relación con tal persona, y tampoco me siento a gusto con este hábito, porque sé que no te agrada; sin embargo, no sé cómo cambiar las cosas.' Después de uno o dos párrafos, reflexiono sobre lo que he escrito."

               Hacer un diario espiritual que refleje tu caminar con Dios es de un beneficio incalculable, puesto que: 1) Te obliga a ralentizar la marcha y a examinar si lo que haces es verdaderamente efectivo. 2) Te da lugar a preguntarte: '¿Por qué hago esto? ¿Cómo me siento al respecto? ¿Qué me está diciendo el Señor?' 3) Si escribes aunque sólo sea una página al día, en un año tendrás una relación de 350 oraciones contestadas y de lecciones aprendidas.

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