lunes, 16 de mayo de 2022

Cuando te sientes decaído (1)

                Un feligrés preguntó al pastor: '¿Usted no se siente nunca decaído?' '¡Claro que sí' respondió. ¿Y que hace al respecto? insistió el feligrés. 'Me vuelvo a levantar. El problema no es estar decaído, sino quedarme caído. O bien estoy arriba, o bien me estoy levantando. He aprendido a no quedarme aparcado en el medio'. Aunque el decaimiento es un sentrimiento universal, los sociólogos nos advierten contra dos cosas que lo suelen causar: el temor y el cansancio. Meditemos en ellas. 

                 El temor. Cuando elército de los edomitas se alzó contra el rey de Israel, el temor se apoderó de él y de la nación; se sentían indefensos y temían perder la tierra y las posesiones que Dios les había dado. Si el estrés de los últimos años hace que te sientas temeroso, haz lo que hizo el rey de Israel. Se volvió a Dios y oró: "Cuando enfrentemos cualquier calamidad...podremos venir a este lugar para estar en tu presencia.... Podremos clamar a tí para que nos salves y tú nos oirás y nos rescatarás" No dejes que el temor te haga perder la esperanza y la visión . Por el contrario, mantente firme en la presencia de Dios, clámale a Él y verás como te rescata. A lo largo del Antiguo Testamento, Dios le recordó a Israel la trayectoria demostrada de Su bondad. Él quería que  no se olvidarán de eso para no desanimarse. Pero con todo y con eso, el temor volvía a nublar su memoria y comenzaban a dudar. ¿Te suena? Por eso les dijo: "No temáis...porque no es vuestra la guerra, sino (mía)". En otras palabras: "No os corresponde a vosotros derrotar al enemigo; de eso me ocupo yo, confiad en mi plan". Tú también, recuerda quien está en el control de tus circunstancias en este día. Ponte delante de su presencia y cree en Sus promesas. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario