jueves, 19 de mayo de 2022

El remedio para la preocupación

                        Tus palabras te ayudan o te perjudican. Dice la Biblia: "La muerte y la vida están en poder de la lengua; el que la ama, comerá de sus frutos". Hay un dicho común: "Te vas a tener que tragar tus palabras en realidad, es mucho más que un dicho, es la verdad, ¡literalmente! "Fueron halladas tus palabras y yo las comí. Tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón..." Escribe el salmista: "Pero clamaron al Señor en su angustia y los libró de sus aflicciones. Envió su palabra y los sanó...." La Palabra de Dios es la medicina que cura la preocupación.

                        Por lo tanto, tú deberías decir acerca del problema las mismas palabras que dice Dios; si no, le contradices y te desconectas de la fuente de toda bendición. Si eres entendido, te rodearás de personas que piensan como tú y que te hablan con la Palabra de Dios, y limitarás el tiempo que pasas con los que no tienen ningún interés en ella. Para que un fruto crezca, ha de darse el clima apropiado. Y las palabras que hablas (y que escuchas) determinan el clima de tu vida, la dirección que tomas y los resultados que obtienes. No hay grandes "secretos" para el éxito. La Biblia dice que cuando aprendes a "meditar día y noche" en la Palabra de Dios, "Todo lo que haces prosperará". En resumen, el remedio para tus preocupaciones se encuentra en la Palabra de Dios.

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