Viviendo una vida centrada. Los grandes triunfadores se centran en su meta. Tienen una mente tan decidida que en ocasiones se les considera fanáticos. Filtran lo que no es esencial y se enfocan en su meta como un láser, mientras que todos los demás a su alrededor llevan una vida llena de proyectos de mucha palabrería que nunca ponen en marcha. La obsesión de Pablo era su llamado. "Una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús"Le importaba tanto su llamado, que cualquier otro interés dejaba de ser relevante. No permitió que nada ni nadie le impidieran ganar. Escribió: "Pelea la buena batalla de la fe" Sabía que no bastaba con ser fuerte en la fe,había que también ser fuerte en la "batalla".
A veces el miedo, las críticas y los fracasos del pasado dictan hacia donde vamos, y nos desviamos sin rumbo fijo en nuestro caminar diario. El futuro nos invade, pareciéndose más al pasado. Prestamos toda nuestra atención a lo que es urgente y esperamos que la vida nos favorezca, pero no funciona. Graduarse con matrícula de honor implica: 1) Centrarse. Y el centrarse no surge así sin más, sino que debes procurarlo. 2) Pensar con determinación. "...Una cosa hago...". 3) Olvidar los fracasos del pasado. 4) Esperar con impaciencia y seguridad el éxito futuro "...Esforzándome por alcanzar lo que está delante..." 5) Defenderlo a capa y espada. "".Sigo avanzando hacia la meta..." Sigue estos pasos, y tú también te graduarás con matrícula de honor.
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