sábado, 4 de junio de 2022

La "patria potestad"

            Los contemporáneos de Pablo entendían bien el ejemplo que el apóstol usó de la adopción en el contexto del imperio romano, para ilustrar los beneficios que recibimos como miembros redimidos de la familia de Dios. El padre romano tenía total derecho y control sobre sus hijos, ejerciendo su "patria potestad" sobre ellos a cualquier edad. El proceso de la adopción romana constaba de dos partes, en las que se transfería el hijo de una patria postestad a otra: 1) La emancipación. En este paso se producía una venta simbólica donde el padre natural "vendía" y "volvía a comprar" a su hijo; la tercera vez lo vendía pero no lo compraba, cediendo con ello sus derechos paternos. 2) La defensa. Aquí el padre adoptivo presentaba su caso de adopción a un magistrado romano, quien tranfería legalmente el hijo a su patria potestad. De la misma manera nosostros hemos sido transferidos de las garras de satanás a la bendecida patria potestad de nuestro Padre Celestial.

         Pablo hace incapié en los beneficios de la adopción romana en el capítulo ocho  de su carta: a) El adoptado perdía todos los derechos de su familia natural y ganaba un nuevo padre, además de adquirir todos los derechos como miembro legítimo de la nueva familia. b) Se convertía en heredero de las posesiones de su padre. Si había otros hermanos heredaba con ellos. c) Se cancelaban todas sus deudas y se borraba todo su historial anterior; el pasado no tenía efecto en la nueva vida. d) Siete ciudadanos romanos eran testigos de la legalidad de la adopción. Gracias a Dios "El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios" Es decir,la garantía de que eres miembro de la familia de Dios la ofrece nada menos que el mismo Espíritu Santo.

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