La iglesia del Nuevo Testamento creció tan rápido que los aspectos administrativos los desbordaba. Los apóstoles no disponian de tiempo suficiente para orar y para estudiar las escrituras de modo que escogieron a siete hombres para ocuparse de los asuntos prácticos. Esteban era uno de ellos. Durante los próximos días examinaremos sus virtudes: su integridad en las finanzas. "Buscad de entre vosotros a siete hermanos de buen testimonio...a quienes encarguemos de este trabajo". Ahora bien,ni que decir tiene que es necesario haber demostrado un buen manejo de tus finanzas antes de encargarte de las de la iglesia; en cosas como saber ahorrar, sembrar, gastar con prudencia y poner a Dios el primero en tu economía.
Aquí hay una cuestión bíblica sobre la que reflexionar: "¿Robará un hombre a Dios" Parece ser que sí. Dios dijo: "...Vosotros me habéis robado. Y aún preguntáis: ¿En qué te hemos robado?. En vuestros diezmos y ofrendas". Quizás estés pensando: "Vaya, ¡ya llegamos a los anuncios!. No, diezmar no es cuestión de dinero, sino de prioridades. Dios no quiere tus sobras, sino tus primicias. Diezmar también es cuestión de obediencia. "Si ellos obedecen y le sirven, pasan el resto de su vida en prosperidad..." En cuanto al liderazgo en la obra de Dios, si no lo apoyas con un 10 por ciento. ¿cómo lo vas a apoyar en un 100 por cien? Si no lo estás haciendo, prueba a diezmar tus ingresos durante un año. Es como entrar en negocios con Dios. Y Él promete "(abrirte) las compuertas del cielo y (derramar) sobre (tí)bendición hasta que sobreabunde".
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