miércoles, 31 de mayo de 2023

Vivir por algo que merezca la pena

               Se dice que en 1923, siete de los empresarios más prósperos se reunieron en un hotel de Chicago: el presidente de la mayor empresa siderúrgica independiente, el presidente de la compañia de servicios más importante, el mayor especulador de trigo, el presidente de la Bolsa de Nueva York, un miembro del gabinete  presidencial de los EE.UU., el presidente del Banco de Pagos Internacionales y el presidente del mayor monopolio del mundo. La fortuna conjuunta de estos magnates superaba los fondos del Tesoro estadounidense.

                Avancemos en el tienmpo  25 años y veamos lo que sucedió con estos hombres. Charles Schwab, presidente de la mayor siderurgia independiente, vivió los últimos cinco años de su vida de dinero prestado y murió como un mendigo.Arthur Booger, el especulador de trigo, se pegó un tiro. Richard Whitney, presidente de la Bolsa de Nueva York, pasó tres años en la cárcel. Albert Fall, miembro del gabinete presidencial estadounidense, fue a la cárcel por soborno. Leon Fraser, presidente del Banco Internacional de Pagos de los EE.UU. se pegó un tiro. Ivan Kreuger, director de uno de los mayores monopolios mundiales, trambién se suicidó

                 Si la crisis económica reciente nos ha enseñado algo, es que el dinero no da seguridad ni felicidad. Es verdad que Dios te puede bendecir con dinero.Pero lo hará por dos razones.1) Porque le gusta que Sus hijos redimidos  caminen en Sus bendiciones. 2) Porque espera que uses el dinero para demostrar  el amor de Dios a un mundo que sufre. Si recuerdas esas dos cosas, vivirás por algo que de verdad merezca la pena.

      

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