Cuatro personas llevaron a un amigo paralítico a la casa donde estaba predicando Jesús, pero la multitud era tal que no podían llegar hasta Él. Por ello tuvieron que elegir entre rendirse o persistir y abrirse camino. Entonces fue cuando decidieron trepar y "quitarle parte del techo encima de donde estaba Jesús". Cuando por fin hicieron una abertura y Jesús vio su fe, dijo al hombre; "A ti te digo, levántate, toma toma tu camilla y vete a tu casa". Cabe destacar lo que ocurrió justo después: "El hombre se levantó de un salto, tomó su camilla y salió caminando entre los espectadores. Todos estaban asombrados y alababan a Dios, exclamando: "¡Jamás hemos visto algo así!". Sea cual sea el "techo" que te separa a ti o a tu allegado de Jesús, se puede retirar, ¡Quítalo! No permitas que nada se te interponga.
Jesús le brinda a toda persona sanidad, un nuevo comienzo, un buen trabajo, un matrimonio sólido, unos hijos sanos o un ministerio eficaz, siempre y cuando la persona esté dispuesta a "abrirse camino". Los amigos del paralítico tenían un planteamiento radical; no solo tenían fe¡sino que la ejercitaron! Habían venido a ver a Jesús y no iban a aceptar un no por respuesta. Mientras retiraban parte del techo, creían que estaban a pocos metros de un milagro y nadie los iba a detener. Con eso en mente, siguieron hasta el final. Por eso, hagas lo que hagas hoy, que nada te impida acceder a Jesús. Estás más cerca de lo que crees de un avance significativo, así que sigue abriendo un boquete en el techo y no te detengas hasta llegar a la meta.
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