Un consejero cristiano escribió "Una maestra de sexto de primaria me comentó los resultados de una redacción que mandó hacer a su clase. Pidió a los niños que escribieran una serie de frases que empezaran por "Desearía que..." La maestra esperaba que los alumnos expresaran sus anhelos de tener bicicletas, juguetes, mascotas y viajar a parques de atracciones, etc. En su lugar, veinte de los treinta alumnos hicieron referencia a la ruptura de sus familias o a conflictos en el hogar desearía que mis padres no peleasen". Desearía que mi padre volviera". Desearía sacar matrículas de honor para que mi padre me quiera". "Desearía que mi madre no tuviera novio". "Desearía tener un padre y una madre para que los niños no se rían de mi". Tengo tres padres y tres madres que me complican la vida". "Desearía tener un rifle M-1 para disparar a los que se burlan de mí".
Hoy en día no es noticia de primera plana el que la familia esté en apuros, pero me angustia ver a niños pequeños como estos luchando en una etapa en que los desafíos de crecer deberían ser suficientes. Millones de compañeros suyos se ven intrincados en la misma maraña. Cada área de su corta vida se ve afectada por la inestabilidad familiar en esos años de desarrollo. Si no reciben ayuda profesional, muchos de estos niños arrastrarán sus problemas a relaciones futuras. Y sí se repetirán los patrones de desintegración familiar en la siguiente generación . Volviendo a las respuestas dadas por aquellos alumnos de sexto, me pregunto cómo terminarían tus hijos una frase que comenzase con "Desearía que....".
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