Uno de los predicadores mas destacados de Inglaterra decidió no ir a EE.UU. predicar en un congreso importante a causa de la enfermedad de su mujer. Pese a haber reservado el billete, el barco zarpó sin él. y este predicador perdió una oportunidad de oro en pleno auge de su carrera como predicador. Como marido dedicado que era, se entregó al cuidado de su mujer e intentó no pensar en lo que estaba perdiendo al otro lado del Atlántico. No es muy fácil decepcionamos cuando nuestros planes fracasan y desanimarnos cuando las "grandes oportunidades" pasan de largo. Nuestra queja demuestra que no conocemos a Dios como decimos conocerlo. Muchas veces, la demora es un medio que el Padre celestial usa para protegernos.
Así lo fue para este predicador, quien se propuso no cuestionar nunca más los tiempos de Dios ¿Por qué? Porque su billete sin utilizar resultó ser un pasaje en el nuevo transatlántico de lujo "que no se podía hundir", el Titanic. Se habla tanto en las iglesias de hoy en día de la "autoayuda" (superación personal) que apenas se mencionan la providencia de Dios y Su guía. Pero en realidad no decidimos cuál es el plan de Dios para nuestra vida; lo descubrimos. Muchas veces no entendemos Su manera de guiarnos y solo cuando echamos la vista atrás vemos Su mano en acción. Pablo escribió: "Cuando vaya a España, iré a vosotros", pero nunca llegó, sino que acabó en la cárcel. No obstante desde allí escribió las Epístolas. Por eso pregúntate: 'Si en realidad creo que Dios va dirigiendo mis pasos, ¿por qué siempre lo cuestiono, dudo y me quejo?.
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