Cuando Jesús envió a sus discípulos a predicar, les dijo que fueran a cada ciudad, que encontraran una casa digna en la que posar y dijeran_ "Paz en esta casa". Si eran aceptados podían permanecer allí y ministrar. En caso contrario, al salir de esa casa deberían sacudirse el polvo de los pies. ¿Por qué dijo eso Jesús? Porque en lugar de quedarte donde te toleran has de ir donde te aprecian. No deberías desperdiciar tu tiempo con personas que no quieren recibir ayuda. Si te quedas donde hay conflictos no podrás ser eficaz, ya que estos afligen al Espíritu Santo. Cuando la paz se va, también lo hace el Espíritu Santo y Él es el único que hace la obra en las vidas.
Cuando te imaginas a Jesús ministrando a otros, ¿ cómo lo ves ? Seguro que sin la actitud de estrés y de apresuramiento que solemos tener. ¿No visualizas más bien a Jesús ministrando en un lugar tranquilo y calmado? Ese rasgo es el que tu también tienes que cultivar. Como embajadores de Cristo, necesitamos ser más como nuestro Maestro a la hora de tratar con los demás. Pablo escribió: "Vivid en paz; y el Dios de paz y de amor (la fuente del afecto de bondad y amor y de benevolencia) estará con vosotros". Cuando recurres al uso de la fuerza, de las discusiones, de la intimidación, del enojo o de la coerción, te quedas solo; pero si demuestras afecto, bondad, amor y benevolencia para con la gente, Dios estará contigo como prometió. Así que la palabra de hoy para ti es: Decide "vivir en paz".
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