Juan escribió: "Oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud, así como prosperas espiritualmente". Aquí tienes unas pautas para prosperar espiritualmente: 1) Cuestiónate tus dudas y no tu fe. Pasamos demasiado tiempo preocupándonos por nuestros temores y viviendo la fe como algo puntual y esporádico. Las promesas de Dios son para los "creyentes", así que empieza a creer lo que Él dice: 2) No seas Un "llanero solitario". No es casualidad que el Antiguo Testamento nos cuente la historia del "pueblo" de Dios ni que las Epístolas se dirigieran a las "congregaciones". Crecemos al relacionarnos con los demás y no cuando nos aislamos.3) Preserva tus pensamientos. Guarda tu mente. Cuando "la naturaleza pecaminosa" es controlada por "la mente lleva a la muerte. Pero permitir que el Espíritu...controle la mente lleva a la vida y a la paz". 4) Acuéstate y despiértate inmerso en gratitud. Eso trasformará tu día. "Dad gracias en todo". 5) Deshazte de cualquier cosa que te distraiga de Dios. Tira las lecturas basura y, si fuera necesario, ¡tira el televisor!. 6) Si has de errar, que sea de exceso de misericordia. Alguien escribió: "Me maravilla la humildad de un Dios que desciende para vivir dentro de Sus criaturas defectuosas; pero ¿acaso muestro yo la misma actitud hacia las personas que desapruebo?". 7) Al hablar de tu fe, sé específico y no te conformes con tópicos o generalidades". Pablo no se avergonzaba del evangelio y tú tampoco deberías.(8) Muestra gracia para con aquellos que te fastidian. Recuerda que Dios también los escogió. A veces, es más fácil mostrar gracia a no creyentes que a cristianos altivos y críticos. Pero esa actitud te delata como un crítico más.9)Perdona a quienes te hieren. Los odios encubiertos entorpecen la sanidad; preséntale tus heridas a Dios.
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