Si hacemos un poco de introspección personal, siempre hay cosas en nosotros que no vemos. Por eso necesitamos que otros nos digan la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Cuando alguien realmente te quiere. se siente obligado a señalar las deficiencias, los pecados y todo aquello que necesita mejorar en tu vida. Tal vez no quieras escucharlo, pero debes ir mas allá del aguijón de sus palabras y hacer oídos sordos al mensaje. El autor de Proverbios nos dice que: "las heridas de un amigo sincero son mejores que muchos besos de un enemigo". A veces la verdad duele, pero debes creer que quienes te animan buscan tu bien.
Para realizarte como persona, necesitas tener a alguien de confianza, alguien que vea en qué punto estas y hacia donde vas encaminado. Si de verdad quieres conocerte y saber qué impresión causas a los demás necesitas un espejo fidedigno comprometido a reflejar la realidad en lugar de decirte lo que quieres oír, y se te hallas resentido por esa opinión que preferirías evitar pero que debes oír, piensa en estos pasajes: "El orgullo sólo genera contiendas, pero la sabiduría está con quienes oyen consejos". "Los planes fracasan por falta de consejo: muchos consejeros traen éxito". Así pues, la pregunta es: ¿Quién te dice la verdad? Ese es tu verdadero amigo.
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