Dejando a un lado cuantas malas decisiones hayas podido tomar en el pasado, una buena decisión te puede redimir: tu vida a Cristo y seguirlo. Un escritor expresó "¿Alguna vez te has preguntado por qué había dos cruces junto a Cristo?" ¿O por qué Jesús estaba en el medio? Estas dos cruces simbolizan uno de los mayores regalos de Dios, el regalo del libre albedrio. Los dos delincuentes tenían mucho en común , ya que fueron condenados por el mismo sistema, sentenciados a la misma muerte, rodeados por la misma multitud e igual de próximos a Cristo. De hecho comenzaron con el mismo sarcasmo, puesto que los dos injuriaron a Jesús. Pero uno cambió y dijo: " Jesús acuérdate de mí cuando vengas en tu reino"- Jesús le respondió: "De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el Paraíso".
Nos alegramos de que este ladrón pudiera cambiar, pero no debemos olvidar al que no lo hizo. Hay veces en la que Dios envía truenos para asustarnos y otras en que envía bendiciones como alicientes. Pero también hay veces cuando Dios no envía nada más que silencio mientras respeta nuestra libertad de escoger donde pasar la eternidad. No hay mayor privilegio que ser libres para elegir. Piensa en el ladrón que se arrepintió. Aunque sepamos poco de él, sabemos que al final sus malas decisiones fueron redimidas por una única buena: ¡Eligió a Cristo!". Y tú también puedes tomar esa decisión hoy. "El que cree en el Hijo tiene vida eterna".
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