miércoles, 19 de junio de 2013

Preocuparse de los que Dios se preocupa

                                                                      Alguien escribe: "Después de la partida de mi esposo al cielo....cambió mi vida: mi calendario, mis finanzas...el contenido de mi frigorífico y la mirada de mis hijos cuando venían a verme en vacaciones. Mi casa está ahora más desordenada; apenas me maquillo...y hay otros cambios demasiado íntimos para compartir. La soledad y el aislamiento no son palabras que expresan lo suficiente nuestro sentir...las viudas sufrimos tantas cosas por primera vez  que ya hemos dejado de contarlas...Como viuda, me he dado cuenta de que todas cambiamos. Y mucho de los cambios  son buenos: nos convertimos en personas llenas de fe , porque no podríamos enfrentar la vida de otra manera; nos hacemos fuertes porque no nos queda más remedio; nos volvemos compasivas porque nuestro corazón ha sido destrozado" Según las estadísticas, las mujeres que pierden a sus maridos pierden también el 75 por ciento de sus amistades; el 60 por ciento tiene algún problema de salud; un tercio sufre depresión clínica un año después, y la mayoría tiene dificultades económicas.
                                                                       Comenta un pastor: "Las viudas pasan de los bancos de adelante de la iglesia a los de atrás, y luego salen y se van.Pasan de servir y cantar en el coro a la soledad y el duelo en silencio". Dios se preocupa tanto de las viudas que las menciona más de cien veces en la Biblia. Él es  "defensor de las viudas"..."El Señor... al huérfano y a la viuda sostiene" "La religión pura y sin mancha...es...atender a los huérfanos y a las viudas..." Alguien añade:Nadie puede consolar a una viuda como lo hace otra viuda...cuando vemos a una mujer entrar en ese estado...queremos reconfortarla...Aunque por lo general ellas están carentes de apoyo y ayuda financiera, la necesidad de tener amigos cerca es más urgente...precisamos amigo alrededor de nosotras".
   

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