Una periodista escribió: " No se fabrican gafas bifocales con cristales de color de rosa, porque nadie quiere leer la letra pequeña de los sueños". La letra pequeña de todo sueño se llama "realidad"
A lo mejor llegas a conseguir tus anhelos, pero no lo harás a la perfección. Mirando hacia atrás dirás "Si hubiera sabido entonces lo que sé ahora..." Pero si volvieras a vivir, probablemente harías lo mismo. La dura realidad es que el camino será más largo de lo que pensabas; te encontrarás más obstáculos de los que creías; las desilusiones serán mayores de lo que esperabas; los momentos bajos serán más intensos de lo que imaginabas; el precio será más alto de lo que calculabas. Deja de esperar algo que es irreal. Deja de considerar los pequeños errores como si fueran grandes desgracias.
Para liberarnos del perfeccionismo, he aquí algunos consejos: Humíllate; arrepiéntete de ser tan soberbio que te crees como Dios.Acepta la realidad, tal como es, no como quisieras que fuera. Trázate metas alcanzables y realistas en el aquí y ahora. Márcate plazos realistas: en lugar de pasar tanto tiempo para hacer una única cosa a la perfección, establece una escala de prioridades y dedica un tiempo razonable, pero no excesivo, a cada actividad. En las áreas más importantes, acepta que sean hechas medianamente bien; no toda tarea tiene que ser llevada a cabo a la perfección. Deja de pensar en términos absolutos; no lo veas todo en blanco y negro, también existen los grises. Aprende de tus errores y da un paso adelante. Confiesa tus debilidades; al hacerlo te librarás de las garras del perfeccionismo. Que tu valía radique en Dios, no en tus "esfuerzos humanos" ni en la ejecución de las tareas a la perfección.
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