jueves, 15 de agosto de 2013

Bienvenida la crítica

                                                                       Hace muchos años leí un interesante artículo sobre una persona quien se dedica a investigar el cáncer.Lo describieron como una persona muy enérgica con una enorme capacidad para nuevas ideas y la habilidad de usar todo tipo de información  que le venga a mano. Sin embargo, lo que más me impresionó fue una afirmación que decía que estaba dispuesto a reconocer los errores de sus teorías y a abandonarlas más rápidamente que cualquier otra persona en el campo de la investigación médica. Un compañero suyo dijo: "Este doctor nunca se casa con sus hipótesis, por lo que no tiene que pasar por los dolores que acarrea cuando se demuestra que una de ellas está equivocada."
                                                                     En el libro de La Biblia, se valora mucho la disposición a ver el error de uno y admitirlo. Describe a un hombre sabio como aquel que desea aprender de sus errores. Cuando lo desafían, resiste la urgencia de defenderse como un gato amenazado.Mas bien la corrección se convierte en su amiga fiel y en un medio necesario para mejorar. Por otro lado cuando a un  "prepotente" se le reprende, responde con ira y odio. Debido a su ego superinflado, no escucha cuando le dicen que ha errado.
                                                                     Necesitamos seguir siempre el camino de la sabiduría y escuchar las palabras de la reprensión. Si queremos ser verdaderamente sabios, debemos recordar que a veces, nosotros también nos hemos equivocado.
                                                                      El que rechaza la crítica pierde la oportunidad de aprender de ella.     

No hay comentarios:

Publicar un comentario