lunes, 26 de agosto de 2013

No termina hasta que termine

                                                                       El titular del periódico decía: "Jinete gana a caballo en la meta". El jinete ganó al animal por 20 cuerpos cuando fue lanzado de la silla por encima de la meta. Su caballo, que había tropezado, llegó poco después. Pero la victoria se la dieron al segundo lugar. Un oficial de la carrera dijo que el jinete"estaba tan adelantado que solo un accidente anormal podría detenerlo... y eso fue exactamente lo que sucedió".
                                                                       Todos hemos experimentado sucesos inesperados en la vida. El autor de Eclesiastés tomó nota de ello cuando dijo: "Ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes". Reflexionó en el hecho de que el hombre no es amo de su destino, como cree muchas veces.
                                                                        La vida está llena de experiencias y acontecimientos impredecibles. Parecen piedras que caen en los arneses del ingenio humano. Un hombre fuerte y saludable se cae muerto. Un joven atleta que empieza a alcanzar el éxito contrae una enfermedad que lo deja invalido. Una persona de dinero de repente lo pierde todo en un mal negocio.
                                                                        ¿Qué podemos aprender de esto? A no confiar en nuestra propia fortaleza, sabiduría ni habilidades, sino a depender de Dios quien es el que sabe todo de principio a fin. La carrera de la vida no termina hasta que Él decide que terminó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario