jueves, 1 de agosto de 2013

Menos trabajo y más diversión

                                                                      Una consejera familiar ha identificado lo que ella llama "la mentalidad de la mina de sal" de hoy. "En los años 80 era todo trabajo, trabajo y trabajo, y ganar todo el dinero que pudieras" Dice que las personas obsesionadas con hacer dinero se desequilibran. Se deprimen y no saben por qué, a pesar de haber alcanzado todas las metas que se han propuesto. Otros observadores ven una tendencia similar en la educación, donde el tiempo para hacer tareas casi se ha duplicado en los últimos 20 años.
                                                                        Salomón ofreció las siguientes palabras de sabiduría para todo el que se esfuerza por lograr el éxito: "No te afanes por hacerte rico; sé prudente, y desiste" Otra traducción dice: "Ten la sabiduría de refrenarte"
                                                                         ¿Cómo es en nuestras casas? ¿Hay tiempo para divertirse y reír juntos, o hay un conflicto constante entre el trabajo y la escuela, y palabras ásperas para que se haga el trabajo? ¿Cómo es en nuestros corazones? Hasta el cristianismo se puede convertir en una obsesión no saludable.
                                                                          Cualquiera que sean el éxito y las riquezas que busquemos, son vacíos si no hay equilibrio ni están bendecidos por Dios. Puede que sea hora de examinar de cerca lo que hacemos,luego aflojar el paso, retirarnos un poco y divertirnos otro poco.
                                                                            Cuando es todo trabajo y nada de diversión, el gozo de la vida desaparece.               

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