martes, 17 de junio de 2014

"...El que pierde los estribos con facilidad comete..."

                                                        Los iracundos intimidan a los demás y les roban la paz interior. Los psicólogos afirman que la ira es una de las principales causas de divorcio, del abuso infantil y de las adicciones.¡ Qué precio tan alto a pagar!.
                                                         Tu ira no sólo te incumbe a ti; También le incumbe a Dios porque obstaculiza tu capacidad de vivir la vida que Él quiso darte.No podrás estar a bien con Dios hasta que no lo estés con los demás.
                                                          Te ciega a la realidad. Si miras las cosas a través del cristal de la ira y el enojo, sólo verás lo que eliges ver, y hará que tu forma de solucionar las cosas contemple la retribución y la venganza.El rey Saúl vio a David como una amenaza, alguien que planteaba usurpar su trono y su reino. Su enojo le hizo ver David como alguien que merecía morir por ser el elegido de Dios parea sucederlo como el siguiente rey  de Israel. Lamentablemente, esa ira le cegó y le impidió ver que David era, de hecho, su mejor amigo. No dejes que eso mismo te ocurra a ti. 

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