martes, 24 de junio de 2014

La importancia de alabar a Dios

                                                        El Libro de Job habla del ciclo de la lluvia: " Él atrae las gotas de agua cuando el vapor se transforma en lluvia, la que destilan las nubes, y se vierte en raudales sobre los hombres. ¿Quién podrá comprender  como se expanden las nubes y el sonido atronador de su morada? Hay un pararelismo espiritual en estos versículos, que se explica así: conforme nuestros "vapores" de alabanza se elevan a Dios, se forman las nubes de su presencia y comienza a caer sobre nosotros la lluvia de Su bendición. A veces salimos de la Iglesia diciendo: ¡Qué servicio más seco!. El problema no son los servicios secos, sino siervos secos.
                                                         En la alabanza, tú eres quien inicia el proceso y Dios responde. Se cuenta que un hombre muy rico puso un euro en el plato de la ofrenda, pero luego fué quejandose por el camino porque no había sacado nada del servicio religioso. Su hijo, que había observado todo, le dijo: "Eso prueba que si no inviertes mucho no puedes recibir mucho" Hay una clave para la bendición que debes considerar: la alabanza, la cual no es solo para el beneficio de Dios, sino para tu provecho también.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario