Dios ha dicho cosas concretas acerca de ti, las cuales representan Su voluntad para hacer tu vida. Debes creerlas, interiorizarlas y verbalizarlas, en medio de cualquier circunstancia. No te detengas, creyendo que todo el mundo tiene que aceptar el mensaje de Dios para tu vida. Tu visión tiene que estar libre de cualquier influencia y apoyo externos. Es un concepto difícil de captar, sobre todo en una mentalidad de democracia donde lo que cuenta es el voto mayoritario.
El reino de Dios es una teocracia, donde no hay más que una voz y un voto: ¡el Suyo! No aparques tu visión en espera de que todo el mundo esté de acuerdo contigo. La gente no tiene el por qué de apoyarte, ni creer lo que Dios te ha dicho. Y tú no te puedes permitir el lujo de esperar a que los demás estén de acuerdo contigo en tu visión antes de proseguirla- Aunque no te comprendan o se nieguen a ayudarte, podrás llegar a cumplir tus metas sin ellos. Dios es hacedor y cumplidor de pactos, así que lo que Él ha hablado acerca de tu vida sin duda se cumplirá. Si no estás seguro lee lo siguiente: "...La palabra que sale de mi boca: no volverá a mí vacía. sino que hará lo que yo deseo y cumplirá con mis propósitos"
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