miércoles, 29 de julio de 2015

Entender las tentaciones

                                                Hay un concepto erróneo y es que la tentación es pecado. El diablo quiere que te culpes por las tentaciones que soportas . ¿ Por qué ? Porque cuando crees  que tú eres el causante  te sientes condenado y desanimado. A medida que sucumbes al desánimo te conviertes en una presa fácil y el diablo te convence para seguir por ese camino y rendirte ante la tentación. Curiosamente, te rindes ante el pecado por miedo a ya haber fallado. La tentación en si no es pecado, sólo lo cometes cuando te rindes a él. Muchos nos vemos espiritualmente deficientes distantes de Dios, incluso farsantes, porque creemos que nosotros iniciamos la tentación. Imáginate que un ladrón entrara en tu casa y cuando lo pillas te acusa a ti de ser el ladrón. ¿Lo creerías? ¡Por supuesto que no! Eso es lo que hace el diablo con nosotros. Después de tentarnos, nos acusa con pensamientos  como ¡un verdadero cristiano nunca pensaría así!.
                                                   Puesto que conocemos nuestras debilidades, sus acusaciones nos suenan convincentes y le creemos . Luego nos sentimos condenados, nos sumimos en el desánimo y nos rendimos a la tentación. No olvides que la condenación viene de satanás. La Biblia dice: "...Ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús..." . Cuando el diablo envía la tentación, el Espíritu Santo comienza a trabajar en nosotros`para ayudarnos a rechazar sus sugerencias y recordarnos que Jesús está pronto para ayudarnos a triunfar. " Pues en cuanto Él mismo padeció siendo tentado, es poderoso, para socorrer a los que son tentados" .Por lo tanto, cuando seas tentado rechaza la condenación del diablo y busca el auxilio victorioso de Cristo.     

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