viernes, 2 de octubre de 2015

¡Desecha el resentimiento!

                                                        Guardar rencor te costará muy caro y los que te rodean acabarán pagando el precio.Lo más probables es que el ofensor ya haya pasado página y olvidado la ofensa, pero tú te has quedado resentido. Sin embargo el quid de la cuestión no es el ofensor sino la culpa. Y a menos que lo entiendas y aceptes, seguirás molesto. No dejes que el resentimiento te consuma por dentro y dé lugar a lo siguiente: 1) Abuso personal. La energía negativa que gastas en otros te agota los recursos y te roba la oportunidad de realizar el potencial dado por Dios. No te engañes, y no te rindas ante el resentimiento. 2) Amargura. Es como un veneno mortal; una minúscula cantidad  contamina todo el sistema. El rencor que albergas contamina la corriente de tus experiencias diarias, incluida tu comunicación con Dios. 3) Aislamiento. A nadie le gusta estar al lado de alguien que continuamente culpa a los demás, está a la defensiva y es iracundo- Quienes le rodean captan el mal ambiente y se sienten amenazados, por lo que se mantienen alejados , a fin de no convertirse ellos mismos en el blanco si acaso hacen algo que te desagrada. Con tu mala actitud solo consigues que la gente te haga aparte y tú seas la causa de tu soledad. 4)Ejemplo negativo. A lo mejor crees que tus sentimientos no le importan a nadie, pero a menos de que vivas en una isla desierta eso no es verdad.
El resentimiento es algo que se percibe. "Mirad bien...que no brote ninguna raíz de amargura que os perturbe y contamine a muchos". 5) Falso arrepentimiento. Hasta que no estés dispuesto a confrontar tu resentimiento no podrás arrepentirte de verdad y perdonar. Si sigues culpando a los demás, estás evadiendo responsabilidades. Una mala actitud es como una rueda pinchada; hasta que no la cambies no podrás ir a ningún sitio.

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