¿Te incomodas a veces cuando lees la Biblia? ¿Parece como si el sermón fuera dirigido a ti? Es porque, "la palabra de Dios es ..más cortante que toda espada de dos filos, y penetra hasta la división del alma y del espíritu...Y no hay cosa creada que esté oculta de su vista; antes bien todas las cosas están desnudas y descubiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta". Al juzgar los motivos, Jesús, el médico divino, puede determinar con la precisión de un láser la diferencia entre lo que está sano en nuestra vida y lo que necesita ser extirpado. Un escritor relata: "Me salió un quiste debajo de la piel en la mano derecha...Como periodista que soy, tenía que hacer algo al respecto. El procedimiento fue delicado, el cirujano tuvo que cortar en el punto justo. Él estaba seguro de que lo iba a hacer bien...Pero yo estaba nervioso...
La intervención fue excelente y el único recordatorio es una pequeña cicatriz...La Palabra de Dios es tan delicada y precisa como un cirujano cuando extirpa con destreza el quiste de un cartílago...El Señor opera a la perfección...Como las malas actitudes, pensamientos, motivos y acciones que no le agradan, a fin de que lo escuchemos y obedezcamos".
Cuando Dios te habla, es por una razón; para que tu vida esté en conformidad con Cristo y tu respuesta debería ser: "Escudriñame, oh Dios, y conoce mi corazón...".Permite que la Palabra de Dios te señale áreas que necesitan ser transformadas. No huyas del proceso; recuerda que, "Bienaventurado es el hombre a quien Dios corrige ...Porque Él es quien hace la herida, y Él la vendará; Él hiere, y sus manos curan".
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