Los censores te señalan lo que haces mal, sin más, y te dejan con mal sabor de boca, Los formadores te muestran lo que haces mal, te enseñan a rectificar y hacen que te sientas mejor. Los animadores te levantan el ánimo, te brindan ayuda y te dejan ver que si lo intentas los vas a conseguir. ¿Cual de los tres eres tú? Si sueles ser alguien rígido, que se marca metas estrictas, tal vez te resulte complicado formar a alguien. Quizás compartas la filosofía de que la nómina debería ser incentivo suficiente, sobre todo si el empleado gana bien. Si piensas así ¡cuidado!
estás estancado en la Edad de Piedra.y necesitas un cambio radical de mentalidad. So quieres que tus trabajadores sean mas productivos, aprende a animarlos.
A lo mejor eres de los que dice 'Yo no tengo dotes para formar a nadie , quien no rinda que se vaya'. Un momento, piensa que estás tratando con seres humanos, con personas amadas y valoradas por Dios. Y con un poco de ánimo, apoyo y buena comunicación podrías conseguir un grado de productividad y lealtad de parte de los "débiles" que otros más "gallitos" no pueden darte. Es lógico que si hay una manzana podrida tienes que sacarla para que no contamine a las demás. Pero antes de despedir a nadie intenta animarlo y darle una oportunidad. Algunos de tus empleados no necesitan más que alguien les presente una visión clara de las cosas, les indique como pueden implicarse y les haga conscientes de los incentivos y recompensas que conlleva ser parte de un equipo que está cumpliendo una misión.
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