¿Recuerdas el hombre de la Biblia que estaba poseído por los demonios?. "Jesús le preguntó--¿Cómo te llamas? Él dijo--Legión. Muchos demonios habían entrado en él". (Una legión en el ejército romano se componía de unos seis mil soldados). "Legión" no era su nombre verdadero, era un apodo. Pero había batallado con ese problema tanto tiempo que lo había aceptado y su identidad estaba basada en esa experiencia. A lo mejor te has etiquetado con palabras como "gordo" porque has estado luchando con problemas de peso durante mucho tiempo sin perspectivas de victoria. O te defines como "víctima" porque te abusaron o se aprovecharon de ti. Quizás te veas como un "fracasado" porque te has divorciado o tus hijos se han desviado del camino. Sea lo que sea, es hora de dejar los apodos negativos y empezar a verte como Dios te ve.
Jesús liberó al hombre atormentado, le devolvió su autoestima y se lo entregó a su familia restaurado. Y quiere hacer lo mismo contigo. Satanás te llevará de un extremo a otro; o bien hará de ti alguien jactancioso y presumido, haciéndote creer que eres "el no va más" o bien te convencerá de que no vales nada. ¡No le creas en ninguno de los dos casos!. El desprecio a uno mismo a veces viene disfrazado de humildad pero en realidad es un rechazo de la Palabra de Dios, la cual nos asegura que, "todo lo puedo en Cristo que nos fortalece" . No importa lo que te llamen los demás; pero sí lo que tú te llamas. Además, ...poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que,teniendo siempre en todas las cosas todo lo necesario, abundéis para toda buena obra".
No hay comentarios:
Publicar un comentario