jueves, 14 de enero de 2016

Protege tu manantial

                                                           El ejército babilónico sitió Jerusalén y cortó el suministro de alimentos . La cuestión era cuanto tiempo podría resistir así la ciudad.Pasó un mes, luego dos y así un año, y seguía aguantando. El secreto de la supervivencia de Jerusalén estaba en que su abastecimiento de agua provenía de un manantial de afuera de la muralla de la ciudad  donde Ezequías había excavado un túnel en la roca sólida de mas de 500 metros de longitud. Desde ahí el agua pasaba por debajo de los muros y se recogía en el Estanque de Siloé. Sin esa agua, el pueblo de Dios habría sido derrotado. Este no es un relato bíblico más, lleva una enseñanza importante. Para vivir victorioso: 1)
debes saber de donde procede tu fuerza; 2) debes proteger ese manantial; 3) debes sacar agua de él a diario.
                                                            Si tu seguridad, tu fortaleza, tu autoestima o tu filosofía de la vida provienen de otra fuente que no sea Dios, el enemigo te derrotará. Todo lo que necesitas viene de Dios, así que protégelo y cuida tu relación con Él, porque esta siempre va a ser el blanco de Satanás. Un día sin leer la Biblia no es solamente un lapsus, es un paso adelante en la senda del fracaso. Tu falta de oración no es descuido, es necedad en extremo. A lo mejor piensas, 'pues no me va tan mal y no leo la Biblia ni oro mucho'. Quizás no hayas pasado por ninguna prueba seria. Cuando llegue una, si no tienes un manantial reconocido de donde sacar fuerzas, tu lucha será mas dura y tendrás menos posibilidades de vencer. Si no quieres vivir así, la palabra para ti hoy es:
"...¡Ven!...(toma) gratuitamente del agua de la vida".  

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