Dirás: "No doy la talla según los parámetros de Dios. ¿Dejará algún día de portarse mal mi vieja naturaleza carnal y no intentará derrumbarme?. Tengo dos noticias, una buena y la otra mala. La mala es que "la ley del pecado" es tan constante como la ley de la gravedad y tu naturaleza carnal quiere seguirla. La buena es que tienes acceso a una ley superior y puedes cumplirla. Esta se llama " la ley del espíritu de vida en Cristo" e invalida "la ley del pecado y la muerte". Según la ley de la gravedad, todo lo que sube baja. Pero cuando vas en un avión opera otra ley: la aerodinámica. Cuando el avión se mueve a gran velocidad la fuerte propulsión le permite escapar de la atracción de la gravedad, aunque eso no signifique que la ley de la gravedad deje de existir. ¿Captas la idea?
Si quieres saber cuál es la ley del espíritu, aquí tienes la respuesta: Cuando El Espíritu Santo habita en ti y dependes de Su poder en lugar de confiar en tus fuerzas, es decir, eres sensible a Su guía y obedeces Sus mandatos, deja de controlarte "la ley del pecado y la muerte". No se trata, entonces, de intentarlo con mas ganas, sino de depende más del Espíritu de Dios que vive en ti y recibir de Él la fuerza para vivir en victoria.
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