miércoles, 28 de junio de 2017

El reconocimiento de las madres

                                                  Cuando vayamos al cielo, a lo mejor veremos allá expuestas las condecoraciones de las madres fieles que oraron día y noche por sus hijos y nietos.  Sea así o no, lo que si sabemos de cierto es que Dios honra a las madres que honran a Dios. Él respondió a las oraciones de Ana y le dio un hijo que llegaría a ser un gran profeta y guiaría a la nación de Israel. Pablo escribe sobre Timoteo lo siguiente:"Trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también" La Biblia nos dice que Dios toma nota: "Los que temían al Señor hablaron entre si, y Él los escuchó y les prestó atención. Entonces se escribió...un libro de memorias de aquellos que temen al Señor y honran Su nombre". 
                                                     Una mujer que tuvo diecinueve hijos (nueve murieron de infantes) y pasaba una hora todos los días orando por cada uno con su nombre. Sus oraciones valieron la pena. Uno de sus hijos, John, desencadenó un despertar espiritual en Inglaterra y fundó la Iglesia Metodista. Quizá en el cielo haya un reconocimiento por escrito de las madres, o quizá no. Pero una cosa está clara: cuando las madres oran , Dios escucha, y las vidas de los suyos son transformadas. Por eso, mamá, no dejes de orar nunca por tus hijos.  

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