jueves, 19 de octubre de 2017

Maridos y mujeres (2)

                                                   Tres veces al año los varones de Israel tenían que ir a una especie de retiro espiritual para buscar la guía de Dios. Y Dios les prometió proteger a sus familias y posesiones mientras estaban fuera, e incluso "ensanchar sus territorios". Entonces si eres un esposo que quieres que Dios proteja a su familia y bendiga sus empeños, debes sacar tiempo para someter tus pensamientos, acciones y decisiones a Su liderazgo. No te irá muy bien como jefe de familia hasta que no estés sometido al señorío de Cristo.
                                                    Lo mejor que puedes hacer para dirigir tu hogar y levantar un matrimonio excelente es preguntarte "¿Cual es la mente de Cristo en este asunto?" y luego seguirla. Una vez que lo hayas hecho tendrás toda la atención y cooperación de tu esposa. ¿Por qué? Porque ella ya no estará contendiendo contigo y tus opiniones; ahora tus argumentos están basados en Cristo y Su Palabra . Quizás pase algún tiempo hasta que tu mujer confíe en tu liderazgo y respete tu forma de pensar, pero conforme vea que caminas con Dios y pones en práctica Sus principios confiará más en ti y se sentirá más segura. Cuando una esposa dice al esposo "Necesito que me abraces" no está hablando necesariamente de intimidad física, sino de esa necesidad (dada por Dios) de seguridad. Ella quiere un esposo al que amar y en quien confiar. Dios puede hacer de ti ese hombre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario