¿Has observado alguna vez como un trozo de arcilla se convierte en algo hermoso? La arcilla no puede cambiarse a sí misma; la capacidad de cambio está en las manos del alfarero. Leemos en Isaias: "Nosotros somos el barro y Tú el alfarero ... obra de Tus manos somos ... " Eso quiere decir que no tienes que pasar el resto de tu vida sufriendo con fobias y complejos; Dios puede cambiarte. Aunque hayas sido aprensivo, ya no tendrás que seguir viviendo lleno de preocupaciones. ¿Y si naciste en un ambiente de pobreza y perjuicios? No tienes que morir así.¿De donde has sacado la idea de que no se puede cambiar? ¿De donde vienen comentarios como "Soy aprensivo por todo por naturaleza" o "Siempre seré pesimista; así soy yo" o "Vengo de una familia de alcohólicos y adictos y nunca seré libre de eso"?
¿Dirías lo mismo si hablaras de tu cuerpo? ¿Dirías cosas como "Así soy yo, con una pierna rota; no puedo hacer nada al respecto"? Por supuesto que no. Si algo en tu cuerpo no funciona bien, buscas ayuda. ¿No deberías de hacer lo mismo con tus deseos pecaminosos, tus actitudes amargas y tus comentarios egoístas? Lo que el mundo ve como basura Dios lo considera un tesoro. Y como el alfarero, Él puede tomarte, moldearte y transformarte en una vasija de honor.Lo único que tienes que hacer es poner tu vida en Sus manos. Cuando dejes de intentar cambiarte a tí mismo y te rindas a Dios, serás testigo de una transformación profunda y duradera.
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