Decisiones, decisiones...

                              Toda decisión.por sencilla que sea, puede producirnos tensión. ¿Has visto alguna vez un niño que no sabe si escoger entre helado de chocolate o de fresa? Y las deciones importantes, tales como con quien te vas a casar, comprar una casa o someterte a una operación de alto riesgo, puede agobiarte en extremo.Pero es posible aminorar esa aungustia si sigues unos principios bíblicos: 1) Infórmate bien. "precipitarse a rresponder antes de escuchar los  hechos es a la vez necio y vergonzoso". Recaba todos los datos necesarios para evitar tomar decisiones  de las que luego te vayas a lamentar. Nunca el conocimiento ha estado a nuestro alcance, por medio del Internet, de libros, y sobre todo de la Palabra de Dios: "Tus mandatos me hacen mas sabio...pues me  guian constantemente". 2) consulta con Dios-."Muéstrame la sendas correcta, oh Señor señálame el camino que debo seguir" Consultar a Dios nos impide tomar decisiones precipitadas, aclara nuestra intenciones y nos prepara para recibir su consejo. ¿Está interesado en Dios en tus decisiones'? ¡Por supuesto! "El Señor dirige los pasos de los justos; se deleita en cada detalle de su vida" 3) Sé abierto a nuevas ideas; No te quedes anclado en tu vieja forma de pensar"Las personas inteligentes estan siempre dispuestas a aprender, tienen los oídos abiertos al conocimiento" Aferrarse siempre a lo familiar te dejará estancado. Tal vez Dios quiera guiarte en una dirección distinta para que recibas  algo nuevo. Respira hondo, busca su sabiduría y abre tu corazón para entender su guia. 4) Busca buen consejo de buenos amigos. Dice un antiguo probervio celta: " El camino mas duro es el que se recorre solo" Sigue el consejo de Salomón: "El necio cree que todo lo que hace esta bien, pero el sabio ateiende los consejos.