En los momentos difíciles, tendemos a limitar nuestras expectativas. Y al hacerlo aceptamos algo que sequeda corto de lo que Dios quiere. La Biblia hace la pregunta: "¿Hay para Dios alguna cosa difícil...? Es muy fácil de responder: '¡No!' Pero tu comportamiento demostrará de verdad si eso es lo que crees. Jesús dijo: "Si sabéis estas cosas, bienaventurados sóis si las hacéis" Para poder caminar en la bendición de Dios a diario, tienes que hacer lo que Él te diga. ¡Y quizás te pida que hagas algo distinto! El problema es que nos aferramos a métodos que han funcionado hasta ahora y siempre volvemos a lo mismo. Pero si te quedas estancado en lo conocido y familiar, limitarás a Dios. Él es mucho mayor que cualquier método, por muy efectivo que sea, y también es impredecible. Su palabra nos dice: "Clama a mí y....te enseñaré cosas...que tú no conoces".
La Biblia dice: "Pídeme y te daré a conocer secretos sorprendentes que no conoces acerca de lo que está por venir" ¡Es una oferta irresistible! cuando escogió a Moisés para sacar al pueblo de Israel de Egipto, éste nunca cuestionó el poder de Dios para hacerlo; lo que puso en duda fue su capacidad para llevar a cabo los planes del Señor. ¿Qué le rerspondió el Señor cuando Moisés se quejó de que no era un orador elocuente? "...Ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar". Tus capacidades no realzan a Dios, como tampoco lo inhiben tus debilidades. El Señor quiere hacer mayores cosas en ti de las que has experimentado hasta ahora. Por ello, espera grandes cosas de Dios y responde en fe a todo lo que te pida.
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