lunes, 3 de julio de 2023

Señor, ¿Donde estás? (2)

                 ¿Has intentado alguna vez sentarte y ver cómo germina una semilla? No puedes, ¿verdad?. La semilla está en la tierra hasta que llega el momento propicio para salir. De esto aprendemos algo. Dios ha sembrado ciertas semillas dentro de ti y debes esperar a que arraiguen y crezcan. Pero los asuntos pendientes de tu pasado pueden interrumpir este proceso. A veces son necesarias la oración y la consejeria para sacar esos problemas a la superficie y tratar con ellos de manera eficaz. Con Dios un retraso no es una negariva. Eliú, el amigo de Job, le dijo: "...Es un error decir que Dios no escucha, que al todopoderoso no le importa. Tú dices no puedo verlo; sin embargo, si esperas, te hará justicia". ¡Qué excelente consejo!.

                   Alguien comentó: "Dios sabe cuando concederte muestras visibles de aliento y cuando retenerlas. Es muy bueno cuando te envia la confirmación, pero crecemos más rápido cuando creemos en Él sin haberla recibido. Aquellos que lo hacen, siempre reciben la mayor manifestación  visible de su amor" Dios responde a todas las oraciones, pero en algunas pone una nota que dice 'No ha llegado el momento'. Job se pregunta ¿Cuanto va a durar esta prueba? ¿Por qué no responde Dios?' Porque Dios se va a tomar el tiempo necesario, a pesar de que nosotros nos sintamos molestos todo ese tiempo.Lo bueno  es que llega el momento en que el énfasis de tus oraciones  deja de ser conseguir lo que quieres para centrarte en la comunión con Dios. Al permitir que Dios intervenga: 1) Te empiezas a dar cuenta de que Él está contigo; 2) desarrollas un mayor grado de intimidad con Él; 3) te das cuenta de que puedes confiar en Él durante todo el camino.

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