miércoles, 19 de julio de 2023

Servir, sencillamente (3)

               En el libro  Nadar con los tiburones, un experto en liderazgo escribe acerca de una persona perteneciente a la famosa familia de la industria molinera Pillsbury: 'Le faltaban las yemas de tres dedos... Era la marca inconfundible de los obreros de los molinos de harina, aunque un obrero con cierta discapacidad como él tuvo reputación internacional como experto en cocina...Pero la reputación para sus empleados era la de un hombre.dispuesto a hacer los trabajos mas duros y desagradecidos...Y todo el mundo lo sabía. 

              Si quieres seguir las huellas de Jesús tienes que estar dispuesto a servir y no ser egocéntrico. A menudo la razón `por la que nos prestamos voluntariamente para algo es porque pensamos que no podemos  hacerlo tan bien como otros. Hemos caido en la trampa de hacer de la excelencia un ídolo, creyendo el lema: "Si no lo puedo hacer bien, mejor no lo hago" Pero en realidad el servicio imperfecto es mejor que la mejor de las intenciones. Si no estás dispuesto a hacer algo imperfecto cuando empiezas nunca vas a empezar. Todo lo que hacemos al principio no está muy bien, pero así es como aprendemos. El plan de Dios siempre ha sido involucrar a cuanta mas gente sea posible , no que todo sea hecho por unos pocos expertos. Aún los mejores cometen errores; así es como adquieren conocimientos y solidifican el carácter. La Biblia dice: "Si te crees demasiado importante  para ayudar...sólo te engañas a tí mismo..."

               A veces serás llamado a servir a los que están por encima de tí, en autoridad, otras, a los que están por debajo de tí, en necesidad. En ambos casos, solo sirves a Dios cuando estás dispuesto a hacer lo que se demanda de tí.

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