viernes, 29 de marzo de 2024

Distintas formas de orar (4)

                  Cuando intentamos pasar un período largo en oración , nuestra mente tiende a divagar. Si sucede eso ¿se enfada Dios con nosotros? No. Cuando nuestra mente divaga, el Espíritu de Dios sigue presente. A veces esas imaginaciones pueden , en realidad dirigir tus oraciones. Escribe alguien : "Empiezo a orar y enseguida me imagino logrando algo grandioso. O recuerdo una conversación  con alguien que me disgustó. O trato  de encontrar una solución a un problema que me preocupa. Solía considerar esos pensamientos como obstáculos a la oración, pero ahora los veo como plegarias que deben ser ofrecidas a Dios. Quizás la razón  por la que aparecen en mi mente no sea porque tengo poca concentración, sino porque estoy realmente preocupado por esas cosas. Así pues, en lugar de intentar reprimir esos pensamientos, es mejor hablarle a Dios de ellos. Así vuelvo al ritmo de la oración. En realidad somos libres para orar en la forma que nos ayude mejor a vivir disfrutando del gozo de la presencia de Dios.

                      Por supuesto que cosas como la cita de la peluquería o del taller son distracciones. Cuando surja, simplemente anótalas para que no te se olviden y vuelve a la oración. Desarrollar una vida rica y gratificante de oración  no es algo que se consiga de repente: tienes que trabajar en ello. Pero la recompensa merece con c reces el esfuerzo. No eres el único; todo el mundo batalla con distraccioneds en la oración. Aquellos que las superan son los que aprenden a manejarlas. 

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