David dijo: "Bienaventurado aquel cuya trasgresión ha sido perdonada y cubierto su pecado". Por muy duro que trabajes y mucho te esfuerces nunca podrás pagar la deuda de tu pecado. Y gracias a Dios que no tenemos que hacerlo. "Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su hijo Unigénito para que todo aquel que en Él crea no se pierda, mas tenga la vida eterna". Hace años una congregación decidió homenajear a uno de sus pastores jubilados. El hombre tenía 92 años y algunos feligreses hasta cuestionaron la invitación a hablar a un hombre tan mayor. Después de darle una calurosa y acogedora bienvenida, el anciano se levantó de la silla con gran dignidad y esfuerzo se dirigió al púlpito. Apoyándose en el podio para estar bien erguido y sin ninguna nota empezó a hablar.
Cuando vuestro pastor me invitó, me pidió que hablara de la lección más importante que había aprendido en los más de 50 años de ministerio. He pensado mucho durante estos días y la he resumido en algo que ha sido clave en mi vida y me ha sostenido a través de las pruebas. Es lo único en que puedo confiar cuando las lágrimas , la tribulación , el dolor, el temor y la angustia me paralizan. lo único que me da consuelo; y es lo siguiente ( aquí empezó a recitar un conocido himno): "Cristo me ama bien lo sé, Su Palabra me hace ver...quién es nuestro amigo fiel. Cristo me ama, Cristo me ama. La Biblia dice así " No se oía ni una mosca en la iglesia, mientras el antiguo pastor se dirigía de vuelta al asiento. Fue algo que la congregación nunca olvidó. Tu tampoco deberías olvidarlo: Jesús te ama incondicionalmente. ¡Hoy, mañana y para siempre!.
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